Cuando me levanto por las mañanas, de lunes a viernes, lo
primero que hago al entrar al baño es ducharme, para después cepillarme los
dientes. Sin embargo, realizo una serie de acciones previas al cepillado. Primero,
dejo que el agua caiga sobre el cepillo de dientes por unos cuantos segundos,
para enjuagarlo por sea caso. Después de haberlo enjuagado, cierro el caño para
no malgastar el agua. Luego, echo la pasta dental sobre el cepillo y lo vuelvo
a mojar unos cuantos segundos más para comenzar a lavarme los dientes. Empiezo
cepillándome los dientes del lado izquierdo de la parte inferior, prosigo con
la parte derecha inferior y hago el mismo proceso para la parte superior y para
los dientes de adelante. Todo esto me toma unos 2 minutos, ya que cepillo cada
lado aproximadamente 20 veces. Continuando con el proceso, me cepillo la lengua,
me enjuago un par de veces la boca con agua haciendo movimientos de lado a lado
manteniendo esta cerrada para que el líquido no se caiga, escupo y seco mi
boca. Finalizando mi cepillado de
dientes, enjuago el cepillo con agua y lo seco con una toalla para dejarlo en
su lugar inicial. Cabe mencionar que, de vez en cuando, utilizo enjuague bucal
o hilo dental por recomendación de mi odontólogo, pero la mayoría de veces solo
utilizo la pasta dental, ya que no tengo mucho tiempo por las mañanas. De esta
manera, mi boca queda limpia y fresca para empezar mi día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario